¿Qué puedo decir para despertar tu interés por París? No creo que sea necesario, es una ciudad que se vende por sí sola. Conocida también como la "ciudad de las luces" o la "ciudad del amor", París es una ciudad que no deja nunca de sorprender, y no sólo por sus maravillosas vistas sino también por todos los secretos que esconde, su cultura, su historia y su gente.
Es una de las ciudades más visitadas del mundo, y una de esas que se tienen que visitar obligatoriamente al menos una vez en la vida. Por eso, si tienes intención de visitarla te recomiendo que pases como mínimo cuatro días en ella (aunque ojalá puedas disfrutarla durante más tiempo porque realmente merece la pena).
A continuación te propongo un itinerario turístico para que aproveches al máximo esos cuatro días. Sólo dos consejos: es indispensable llevar un calzado adecuado para dar largos paseos, y una cámara para immortalizar los escenarios de una de las ciudades más pintorescas del mundo.
4 días en París: ¿Qué ver? ¿Qué hacer?
Día 1
Paseo por el centro histórico, para tener una idea general de la ciudad: empezamos por el Hôtel de Ville, el ayuntamiento de París.
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| Hôtel de Ville |
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| Catedral de Notre-Dame de París, junto al río Sena |
Seguimos hasta la Place Saint Michel, en pleno corazón del Barrio Latino, continuando por el Pont Neuf (significa "Puente Nuevo" aunque es el más viejo de la ciudad). Pasaremos preferiblemente por debajo del puente para poder apreciar los mascarones esculpidos en el puente y tener un primer contacto con el río Sena.
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| Place Saint Michel |
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| Pont Neuf |
Continuando hacia el Pont des Arts (Puente de las Artes), donde los más románticos podrán demostrar su amor eterno poniendo un candado en él (muy bonito gesto, pero cada cierto tiempo el ayuntamiento los quita, además que las llaves arrojadas al río lo contaminan). Este puente conecta el Instituto de Francia con el imponente Museo del Louvre. Continuaremos en dirección al museo, pasando primero por el patio antiguo y después por el de la pirámide.
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| Patio del Museo del Louvre |
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| Pont des Arts |
Dejando la pirámide detrás, veremos el Arco del Carrusel (que es por el que pasó realmente Napoleón Bonaparte, ya que el Arco de Triunfo seguía construyéndose y de hecho él nunca lo vio acabado), y nos adentraremos a los Jardines de Tuileries hasta llegar a la Place de Concorde, donde se encuentra el obelisco de Luxor y donde se ubicaba durante la Revolución Francesa una de las guillotinas más importantes del país.
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| Jardin des Tuileries |
Después de este paseo nos merecemos un buen almuerzo. No hay lugar en París donde la comida no sea buena. Recomiendo probar alguna de las especialidades francesas como los crêpes, un beuf bourguignon, una tartiflette o una fondue de queso.
Por la tarde visitaremos los magníficos Jardines de Luxemburgo y la zona del Barrio Latino, donde se ubican el Panteón, el cual alberga las tumbas de grandes personalidades francesas, y una de las universidades más importantes del mundo: La Sorbonne.
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| Jardins du Luxembourg |
Antes de ir a dormir, quien quiera puede ir a tomar unos tragos por la zona de Bastille, llena de lugares destinados a ese fin.
Día 2
Paseo por Champs Élysées (Campos Elíseos), una de las avenidas más glamurosas del mundo. A medio camino nos desviaremos por la avenida Winston Churchill, donde nos quedará a un lado el Petit Palais y al otro el Grand Palais, y en frente el Musée des Invalides (Museo de los Inválidos, donde está el museo de la armada y la tumba de Napoleón Bonaparte) después de cruzar uno de los puentes más bonitos de la ciudad: el Pont Alexandre III.
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| Museo de los Inválidos |
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| Campos Elíseos con el Arco de Triunfo al fondo |
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| Pont Alexandre III |
Regresaremos a Champs Élysées para continuar hasta el Arc de Triomphe, también conocida esa zona como Étoile (estrella) porque desde allá salen 12 avenidas principales en forma de estrella. Hay un paso subterráneo para acceder al Arco de Triumfo, ¡no se te ocurra cruzar la rotonda corriendo!
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| Arco de Triunfo, Étoile |
Después de comer llega quizás el momento más esperado para todo turista: la subida a la Torre Eiffel. Si nuestras piernas nos lo permiten, subiremos la primera parte a pie por las escaleras (merece la pena), hasta que no queda otra opción que subir al ascensor para llegar a la cima. Desde arriba tendremos unas magníficas vistas de los Champs de Mars (Campos de Marte) y de toda la ciudad, estropeada sólo por la torre de Montparnasse (opinión personal). De hecho, desde la torre de Montparnasse la vista es incluso mejor, porque no se ve dicha torre y se puede apreciar la Torre Eiffel en todo su esplendor.
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| Torre Eiffel |
Al bajar de la torre, desde allá mismo tomaremos un Bateau Mouche ("barco mosca") o un Bateau Parisien ("barco parisino"), que nos dará un paseo con audioguía por el río Sena. Al atardecer es el mejor momento, porque con un poco de suerte veremos cómo se empieza a iluminar la ciudad de las luces.
Día 3
Empezaremos el día tomando el metro hasta la parada Blanche. Nos encontramos en Montmartre, la zona bohemia de París, donde daremos un paseo en el que veremos el famoso cabaret del Moulin Rouge ("voulez vous coucher avec moi, ce soir?"), tomaremos un café en Café des 2 Moulins para sentirnos como en la película de Amélie, veremos la casa donde vivió el pintor holandés Vincent Van Gogh y subiremos hasta la Basilique du Sacré-Coeur (Basílica del Sagrado Corazón), el punto más alto de la ciudad desde donde se aprecia una vista magnífica.
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| Moulin Rouge |
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| Basílica del Sagrado Corazón |
Después de comer allá arriba, toca otra de las visitas obligatorias: el Museo del Louvre, en el que podemos estar 2 horas, 2 semanas o 2 años, dependiendo del interés que tenga cada uno por el arte. Este museo es mucho más que la Mona Lisa.
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| Interior del Museo del Louvre |
Por la noche, para despejar un poco la cabeza después de tanta información, iremos a tomar una copa por la zona de Belleville.
Día 4
Este día nos alejaremos un poco del centro de la ciudad, para visitar los espectaculares vestigios de la monarquía absolutista francesa: el Palacio de Versalles. Allí veremos, además del espectacular palacio, infinidad de jardines, con detalles en cada centímetro cuadrado de terreno, que nos describen la mentalidad de Luis XIV, "el Rey Sol", el más importante de los monarcas que ha visto Francia. El dominio del hombre sobre la naturaleza.
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| Interior del Palacio de Versalles |
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| Jardines del Palacio de Versalles |
Por la tarde, si nos queda tiempo, daremos un paseo más ligero por el centro donde encontraremos la iglesia de la Madeleine, la fabulosa Ópera Garnier o el Palacio Real.
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| Iglesia de la Madeleine |
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| Ópera Garnier |
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