Alguna vegada has vist el número 16 escrit en números romans i t'ha fet pensar en algun Xavi? T'has preguntat mai per què quan fan obres, posen tanques? Fas coses absurdes quan ningú et veu? Si has respost afirmativament a alguna d'aquestes preguntes, aquest és el teu blog.
P.D: Aquestes coses absurdes, fes-les en públic, així tots riem més.

dilluns, 5 de desembre del 2016

3 días en Zacatecas

¡Qué grande es México! Y no sólo en tamaño, sino todo lo que significa. Es un país lleno de contrastes, con paisajes muy diversos (desierto, selva, Pacífico, Atlántico), con raíces indígenas y todo lo que conlleva en su cultura.
Cuando a una persona europea le hablan de México, sólo le vienen tres imágenes a la cabeza:

  1. La Riviera Maya y Cancún, ideal para ir de luna de miel o de viaje de fin de curso.
  2. Desiertos áridos con cactus, donde pasea en burro un hombre con bigote, sombrero y poncho con una botella de tequila en la mano.
  3. Delincuencia y narcotráfico.
Pues sí, todo eso existe, pero es una minúscula parte de todo lo que se puede encontrar en ese país. En la época de la conquista hispánica, los españoles se llevaron grandes tesoros, pero a su vez otros muchos fueron creados, como las ciudades coloniales.
Una de ellas es la ciudad de Zacatecas, la cual tuve la oportunidad de visitar en diciembre de 2014, junto a un grupo de estudiantes, mientras estaba trabajando en el país para una empresa turística.

Esta excursión duró todo un fin de semana, desde la madrugada del viernes hasta la noche del domingo. La idea era conocer la ciudad al máximo, desconectar de las rutinas de estudios y trabajo, pero sobretodo lo más importante de todo era disfrutar.

Día 1

El alojamiento elegido fue el Hotel Posada de la Moneda, en pleno centro histórico, frente al recién inaugurado Arco del Centenario. Después de desayunar en la Gorditas Doña Julia, al lado del hotel, nuestro guía Iván nos llevó hasta lo alto del Cerro del Grillo para tomar el famoso y pintoresco teleférico que lleva al Cerro de la Bufa, el más conocido de la ciudad debido a su peculiar forma.

Vista desde la parte alta del Cerro del Grillo

Teleférico de Zacatecas

Desde el teleférico pudimos apreciar unas magníficas vistas panorámicas. Al llegar a este segundo cerro dimos un agradable paseo hasta la parte más alta, donde se encuentran las estatuas ecuestres de algunos de los revolucionarios responsables de la Toma de Zacatecas en 1914, e Iván, nuestro guía, nos habló sobre cómo fue tomada la ciudad y nos llevó al Santuario de la Virgen del Patrocinio.

En el mismo Cerro de la Bufa encontramos a gente autóctona vendiendo artesanías

Estatuas representativas de la Toma de Zacatecas

Estatua ecuestre de Francisco "Pancho" Villa

Iván durante una de sus explicaciones

Santuario de la Virgen del Patrocinio

Varios de los estudiantes necesitaban descargar adrenalina, y para ello fuimos a la tirolesa instalada en el cerro. ¡Menudas vistas!

Los estudiantes que no quisieron perder la oportunidad de probar la tirolesa

Aún en el Cerro de la Bufa tuvimos tiempo para visitar el Museo de la Toma de Zacatecas, donde pudimos entender con más detalle sobre lo que ya nos había estado comentando Iván.

Volvimos a tomar el teleférico para llegar a la Mina El Edén, donde nos dieron un interesante y divertido recorrido. Debemos recordar que la ciudad fue fundada gracias a la riqueza mineral de la zona, y fue la actividad principal de Zacatecas durante gran parte de su historia. Dentro de la mina también pudimos entrar a un bar subterráneo que se convierte en discoteca una noche por semana, y un pequeño tren nos sacó al exterior,

Interior de la Mina El Edén

Bar en el interior de la Mina El Edén

Aunque ya estábamos todos muy cansados por todas las actividades realizadas durante el día, aún nos quedaron fuerzas para unirnos a una de las famosas callejoneadas de la ciudad, donde la música y el mezcal son protagonistas.

Momento de la callejoneada

Final de la callejoneada

Día 2

Por la mañana nos dirigimos hasta la zona arqueológica de La Quemada, que se trata de las ruinas de la antigua y legendaria ciudad de Chicomostoc, a unos 45 minutos de la ciudad.
Allá entramos al Museo Arqueológico La Quemada, donde vimos un vídeo explicativo de la cultura Chalchihuite y el guía del lugar nos dio un recorrido, comenzando por el museo y continuando por toda la zona arqueológica, en la que destacan el Salón de las Columnas, la pista donde se realizaba el Juego de Pelota, la Pirámide, la escalinata y la Ciudadela en la parte más alta.

Salón de las Columnas, zona arqueológica La Quemada

Todo el grupo en la parte baja de la zona arqueológica La Quemada

Vista panorámica de la zona arqueológica La Quemada, con la Pirámide a la izquierda

Nuestro guía durante el recorrido por la zona arqueológica La Quemada

Grupo contento después del recorrido

Por la tarde, y aunque no entraba dentro del itinerario estipulado, decidimos por consenso ir a Jerez, uno de los cinco pueblos con la distinción de Pueblo Mágico en el estado de Zacatecas.
Allá comimos y dimos un recorrido por el centro, hasta el momento de regresar de nuevo a la ciudad de Zacatecas.
De nuevo aprovechamos para ver el ambiente nocturno en algunos de los bares del centro, donde el karaoke, ayudado por la cerveza y el mezcal, animaron la velada hasta altas horas de la noche.

En el centro histórico de Jerez

Día 3

La única actividad que faltaba por realizarse del recorrido planeado era la visita al Museo Pedro Coronel, y es donde fuimos por la mañana. Aquí vimos muchas obras de arte de la colección del artista, tanto propias como otras intercambiadas con otros artistas internacionales.

Vista de Zacatecas desde el Museo Pedro Coronel

Al salir del museo tuvimos aproximadamente 3 horas de tiempo libre antes de empezar el regreso hacia Querétaro. En este tiempo pudimos ir a comprar algún recuerdo, hacer un tour panorámico en el tranvía turístico o entrar al museo de torturas de la Inquisición. Incluso tuvimos la suerte de ver una exposición de coches antiguos en pleno centro.

Centro histórico de Zacatecas. A la izquierda la Catedral, a la derecha el Cerro de la Bufa.

Concentración de coches antiguos en el Arco del Centenario.

Es uno de los mejores recuerdos que me llevo de mi experiencia en México, tanto por la ciudad como por la gente que conocí. Espero poder volver en un futuro y visitar muchas más ciudades como esta.

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